Capítulo 3 “Voz” (Parte 1)
Otra vez se repite el mismo
escenario blanco, la mansión en ruinas, el patio de juegos abandonado y el
constante miedo recorriendo mi cuerpo.
-Débil…- Escucho esa voz, no sé de donde viene y tampoco me interesa,
estoy demasiado cansado de todo esto, me resigno a sentarme en la nieve y
contemplar su blancura.
-Tan débil…-Veo a alguien llegar enfrente de mí, es el pequeño niño que
se parece un poco a mí, lo miro a la cara notando en sus ojos un brillo de odio
y repulsión.
-¡Si no fueras tan débil, nada de
esto hubiera pasado!- Su grito provoca que me tense, lo miro asustado a lo que
responde acariciando mi rostro, no puedo hablar, mi voz simplemente no se deja
oír.
-Si no fueras tan débil, él no te
hubiera desechado- Siento una
presencia detrás de mí y antes de conseguir voltear una figura de un hombre se
arroja contra mi atrapando mi cuello en sus manos, duele y me cuesta respirar,
espera un momento ¿Me duele? Esto no debería pasar en un sueño, intento gritar
pero no sale ningún sonido de mi boca, comienzo a desesperarme si no hago algo
este sujeto me matará en mi propio sueño.
-Despierta…- Hay
una voz en el aire, aunque apenas es audible siento su calidez.
-Despierta…- El escenario se pone borroso, siento perder la conciencia
de a poco volviéndose todo negro.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
-Llevamos una semana sin poder recorrer el bosque por ese Totub, ¿No se
deberían hacer cargo ellos de su mascota perdida?- Digo mientras comienzo a preparar el desayuno, hace tan
solo diez minutos que me levanté encontrando a la mayoría ya levantado,
exceptuando al pequeño Daniel y a Rauth que aún siguen durmiendo, algo impresionante por el
lado de Danny.
-No
quieren perder a alguno de los suyos intentando capturarlo-
-Claro,
¿entonces somos nosotros los que nos tenemos que arriesgar?, no es justo
Abelard-
-Lo
sé, hoy mismo iré a pedirle ayuda a un viejo amigo así que no te preocupes
Leich- Suspiró fastidiado, odio a esa
agencia de cazadores, tomando a los humanos como la única raza digna para vivir
con libertades y el resto de nosotros, tenemos que apegarnos a sus normas,
hasta el mismo Abelard fue catalogado como peligroso luego de recibir la
maldición.
-¿Necesitas ayuda Leich?- Escucho a Louis gritar desde el salón.
-No,
gracias, no es necesario- Comienzo a servir las tazas para
tomar desayuno, pero un fuerte grito nos alerta a todos,
viene del cuarto de Danny, nos miramos por unos segundos con Abelard antes de salir corriendo a su ayuda, abro la puerta de golpe
encontrándolo en la cama retorciéndose, sigue dormido ya que sus ojos se
encuentran cerrados, pareciera que está intentando alejar a alguien, su
respiración es irregular es como si cada vez le costara tomar más y más aire,
me acerco rápidamente a él intentando tomar sus manos pero entre tanto
movimiento me es imposible.
-¡Se
está ahogando!- Gritó Ethan desde
la puerta del cuarto, veo como Abelard afirma
las manos del pequeño a la cabecera mientras le ordenaba a Louis afirmar sus pies, intento hacer reaccionar a Daniel hablándole y moviéndolo pero era imposible, comienzan
a brotar lágrimas de sus ojos aún cerrados, su respiración se volvía mas débil
al igual que sus movimientos.
-¡Daniel! ¡Escúchame, tienes que
despertar!- Nada funcionaba, podía ver como unos dedos se marcaban en su
cuello, la desesperación se apodero de mí. –¡¡Danny!!-.
-Quítate
Leich – Volteo al escuchar la voz de Rauth el cual trae un balde
lleno de agua y nieve derretida en las manos, no esperó a que yo lograra
procesar sus palabras cuando nos lanzó todo el frio líquido, siento como el
pequeño despierta de golpe tosiendo, mi primera reacción es abrazarlo lo más
fuerte que puedo.
-Casi
me matas de un susto pequeño, ¿Qué fue lo que pasó?-
-Yo…- sus manos y voz tiritan, las lágrimas no dejaban de salir de
sus ojos, Abelard lo suelta al igual
que Louis, este último acercándose a examinarlo. –Tuve un sueño demasiado
real-.
-Tienes
dedos marcados en tu cuello Danny, esto se está volviendo demasiado y peligroso
tienes que contarnos sobre qué cosas sueñas, aunque no te agrade recordarlo-
-Soñé
con que alguien intentaba matarme… Se sintió tan real- Busco
con la mirada a Abelard esperando recibir alguna respuesta a lo sucedido, su
rostro muestra una clara preocupación al ver las marcas en el cuello de Danny.
-Ordena tus cosas Daniel, me
acompañaras a ver a alguien- Lo veo dirigirse a la puerta del cuarto deteniéndose justo
en esta volteando hacia mí. –Leich,
te quedas a cargo-.
-Quiero
ir contigo-
-Pero
alguien debe cuidar a los niños cariño-
-¡Si
mami tienes que cuidarnos! Ja!Ja!- Esa molesta vocecita es de Ethan, me giro a enfrentarlo logrando callar su risa al instante.
-Louis puede cuidarlos perfectamente-
-¡Espera!
¡¿Qué, a caso estás loco Leich!?-
-Vamos
no es tan terrible, solo tienes que cuidar de que no hagan un desastre- Le digo
mirándolo serio.
-¡Debes
estar bromeando, sabes que nunca me escuchan!-
-Ok,
ok… Entonces Rauth lo estará- Puedo
notar la leve tensión en el cuerpo del brujo y a su vez la sonrisa de burla por
parte del Kratuk, aun no puedo creer que sea el único que note la relación
entre ellos.
-Bien ya que mami quiere ir con papi
y no quedarse con sus hijos, el mayor se quedará a cargo-
-No
me digas mami, Abelard-
-Está
bien querida iré a empacar un poco de comida para el viaje- Escucho como el resto se ríe a mis espaldas divertidos por
la situación.
-¡Basta
todos ustedes! vayan a secarse no quiero regresar y toparme con una casa llena
de enfermos- Logro que cada uno se largue a su
cuarto a cambiarse pero seguía escuchando sus molestosas risas.
-No
te molestes Leich, solo están jugando- Me acerco a Danny para ayudarlo a quitarse
la ropa húmeda, sus manos aun tiritan por lo sucedido y las marcas en su cuello
comenzaban a tornarse en moretones.
-Luego
de secarte, debes abrigarte bien para poder salir-
-Lo
sé, lo sé…- Observo como se seca torpemente lo
cual me hace sonreír divertido, tomo otra y lo ayudo en la tarea.- No soy un niño Leich-.
-Jajaja,
créeme que no se nota pequeño- Es cierto él ya es un adolecente y
muy pronto un adulto, ya tiene dieciséis años y en unas semanas cumplirá los
diecisiete, pero a nuestros ojos es simplemente un bebe, la mayoría de nosotros
exceptuando a Louis y Abelard hemos vivido más de 60 años.
-¿A
dónde se supone que vamos?-
-esa
es una buena pregunta-
-Irán
donde Lord Tomas, en la mansión cerca del rio- Volteo
al escuchar la voz de Louis, el cual llevaba un paquete en sus manos.
-Eso
quiere decir que nos toparemos con Joshua- Puedo
notar la mirada nostálgica por parte del brujo, es de esperarse el antes vivía
en ese lugar con ese muchacho.
-Si
pueden entregarle esto por favor- Danny recibe el paquete curioso y lo
guarda inmediatamente en el bolso que llevara.
-Vaya,
vaya ¿Mandándole cartas de amor a tu romeo Louis?- Es divertido presenciar los notorios celos de Rauth cada vez que sale el nombre de Joshua en alguna conversación.
-No
molestes Rauth, aún estoy molesto por lo de la poción que arruinaste-
-Eso
ya fue hace una semana… Además, pensé que ya me había disculpado con…-
-¡No!
Digas nada más…-
-¿Estas
molesto de que estuviste que estar en cama todo el día siguiente?-
-
¡Que te calles!- En verdad no sé cómo diablos el
resto no se ha dado cuenta de estos dos, son tan notorios, en especial Louis que no puede evitar el sonrojo en su rostro.
-¿Qué
fue lo que paso?, ¿Acaso fue culpa de Rauth que te enfermaras ese día?- Claro
el inocente de Danny simplemente no logra darse cuenta. –No sabía que Rauth fuera tan rudo
en la cama- Ok… eso nos descolocó a todos, el solo nos miró curioso
mientras comenzaba a ordenar sus cosas para el viaje.
-De…Desde
cuándo- Louis estaba pálido, el Kratuk se
veía más tranquilo, aunque su cara de shock, tengo que admitir, fue impagable.
-Desde
que llegué a esta casa noté que te gustaba Rauth y también lo note por parte de
él, no fue difícil darme cuenta de que ya estaban juntos, aunque de verdad me
alegro de que ambos pudieran corresponderse- El silencio se apodero del cuarto, de verdad que hemos
subestimado al pequeño.
-¿Están
listos?, ya debemos irnos… ¿Qué les pasó? Están pálidos…- Abelard nos miraba curioso desde la puerta antes de volver a decir
alguna cosa Danny lo interrumpe arrojándole su bolso, el cual agarra en el
aire.
-Me
estaban ayudando a empacar, estoy listo para partir- La
sonrisa que le dedica a Abelard parece
ser suficiente para convencerlo, ya que este le dedica una igual y se retira al
living a esperarnos. Rauth suspira resignado y toma una bufanda que había en el closet
acercándose a Danny para colocársela.
-Cuídate
mocoso, no causes problemas-
-No
lo haré- Louis se acerca de igual manera al pequeño y le pasa un extraño
collar.
-Esto
te protegerá de cualquier cosa, espero te diviertas. hay varios muchachos de tu
edad, mándale saludos a Joshua de mi parte cuando lo conozcas-
-Gracias
Louis… Bien creo que es hora de partir-
-¿Partirás
sin despedirte de mi cariño?- En
ese momento Ethan entra al cuarto y abraza por detrás a Danny, apretándolo contra su cuerpo. –No vayas a engañarme
dulzura-
-ja!ja!ja!
no lo hare así que no te preocupes- Logra
soltarse del vampiro y camina sonriente hacia mi lado, me despido del resto y
nos dirigimos al living en donde esta Abelard esperándonos,
nos terminamos de despedir de Gabriel y salimos de la casa a comenzar un viaje de tres días hasta
la mansión de Lord
Tomas.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Hace mucho que no salía de casa,
añoraba sentir mis pies hundirse en la nieve y el sonido de las ramas al crujir
con el viento, llevábamos horas caminando y por fin encontramos un buen lugar
para quedarnos, la luna y la fogata es lo único que nos ilumina y nos aleja de
la oscuridad del bosque. Leich está preparando algo de comer mientras Abelard pone un perímetro de seguridad alrededor nuestro, me siento
inútil, todo el mundo se esfuerza en protegerme, pero yo soy incapaz de de
hacer lo mismo por ellos, “Débil”, tal vez esa voz si tenga razón sobre mí…
-¿Que
sucede pequeño? te vez triste-
-No
es nada Leich, estoy cansado eso es todo-
-Deberías
dormir Daniel, mañana seguiremos caminando por lo menos unas siete horas más-
-Abelard
tiene razón Danny, ¿Qué tal si comes y luego vas a dormir?-
-Y
si no puedo despertar…- El
silencio se apodera del campamento, el miedo de que se repita lo sucedido y no
puedan despertarme está latente en cada uno de nosotros.
-Si
no logras despertar, usare la técnica de Rauth y le pediré al espíritu del rio
que te de un buen y frio baño- La
sonrisa de Abelard siempre me ha generado seguridad desde el primer momento en
que la vi.
La cena fue pacífica, el bosque
lucia calmado de vez en cuando se escuchaban aullidos y otros sonidos pero si
Leich y Abelard no se alarmaban, tampoco yo. Me despedí de ambos antes de irme
a dormir, tal vez sea la última vez que los vea, apenas me acomodo en la suave
hierva mis ojos se comienzan a cerrar adentrándome a una profunda oscuridad.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
Calidez… Eso siento apenas despierto
en el mundo de los sueños, miro a mi alrededor, el paisaje no era el que me ha
atormentado todas estas noches, estoy acostado entre muchas flores, el cielo es
hermoso tan claro y despejado, nunca había soñado con esto, me levanto un poco
y observo mi entorno, estaba en medio de un campo de flores y al final de este
podía divisar un espeso bosque, por primera vez el miedo abandono mi cuerpo
sintiendo paz, la curiosidad nació junto con el valor así que me dedique a
recorrer el lugar hasta que divise un extraño bulto veinte metros más lejos de
donde yo estaba, dude un poco pero al final decidí ir a ver de qué se trataba,
camine hacia el objeto cuando note que en verdad era una persona.
-¿Hola?- no recibo ninguna
respuesta, asique me acerco un poco más, parece estar dormido o dormida, sin
pensarlo camino rápidamente hasta llegar a su lado, es un muchacho joven,
parece tener uno o dos años más que yo, su cabello es larguísimo y de un
hermoso color negro azulado el cual contrasta con su ebúrnea piel, me provocaba
tocarla para comprobar su suavidad. Parece estar durmiendo profundamente
para no notar mi presencia, me detengo a contemplar su rostro, tiene unas
pestañas oscuras y largas, sus labios se ven suaves y deliciosos me pregunto a
que sabrán. Un pequeño movimiento en el chico provoca que me caiga sentado en
la hierba producto de la impresión.
- Vaya, sí que
tiene el sueño pesado, gateo un poco quedando junto a él para observarlo más de
cerca, por unos segundos me siento un acosador hasta que algo llama mi
atención, habían grilletes y cadenas en sus muñecas y tobillos, volteo para
admirar mi alrededor el paisaje es tan pacifico, me recuesto junto a él
logrando sentir el aroma a floras de su cuerpo, quedándome dormido acompañado
con su presencia. Por primera vez en meses suspiré satisfecho.
~Yuu~ |
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